La frase: “No sabemos por dónde comenzar ni con quién” es una que nos han dicho las incontables empresas que han buscado nuestros servicios en México, Estados Unidos, India, Nigeria y en otros lugares. En otras palabras, saben que es importante revolucionar sus negocios con las nuevas tecnologías, pero el mecanismo para llevarlo a cabo, y posteriormente realizar la ejecución, se pintan como barreras difíciles de superar. Peor aún, muchas veces han tenido resultados negativos por no poder integrarlo de la mejor forma.
Además, los términos como “Inteligencia Artificial” y “Big Data”, por ejemplo, no ayudan en nada puesto que generalmente están rodeados por una especie de aura de misticismo y magia. Si juntamos eso con la natural resistencia al cambio que tienen muchas personas dentro de las organizaciones, el resultado es un estancamiento total. Como consecuencia de ello, se genera un atraso y una desventaja con respecto a la competencia que puede terminar por dañar gravemente a la firma.
Aquí voy a revelar la clave que ha hecho que nuestra empresa siempre se distinga con todos nuestros clientes; la clave que nos ha permitido la gran expansión que hemos tenido en menos de un año y medio. La clave no está, como muchos piensan, en una inversión millonaria o en montar algoritmos simplemente por el hecho de tenerlos.
La clave está, y siempre estará, en las personas y los procesos.
Cuando uno desea ponerse en forma, por ejemplo, la mejor forma de hacerlo es acudiendo con un especialista que traza un plan individualizado para cada uno de nosotros, basado en nuestra masa corporal, estilo de vida, condiciones médicas, historial deportivo, y otras variables. Únicamente así, y posteriormente con nuestro esfuerzo, se logran los resultados deseados. ¿Por qué no aplicamos la misma metodología en nuestras organizaciones cuando queremos lograr una transformación digital?
Este acercamiento único que nosotros hemos desarrollado tiene como objetivo tomar en cuenta a la empresa en su totalidad: clientes, procesos, identidad, marca, personal y, por supuesto, sistemas, para lograr que el software desarrollado se integre perfectamente con la cultura de la empresa y potencialice sus factores de éxito, al tiempo que la vuelve más eficiente, transparente y coordinada.
A final de cuentas, independientemente de la tecnología que se implemente, ésta tiene que obedecer a las reglas y objetivos del negocio y de las personas. Trazar un plan de integración que sea resultado del diagnóstico y acercamiento adecuados es la mejor (y probablemente la única) manera de lograr una verdadera revolución tecnológica dentro de la organización.
Y tú, ¿estás listo para integrar IA y otras soluciones de tecnología en tu empresa?